La energía eléctrica es uno de los principales insumos de la industria, su utilización ha crecido exponencialmente desde su invención, y hoy se requiere prácticamente para todas las actividades humanas. En tal sentido las instalaciones eléctricas, se han convertido en un componente pasivo de los sistemas de producción, pero que revisten gran importancia, toda vez que determinan la continuidad o no continuidad del servicio de energía eléctrica, lo que puede repercutir en una parada intempestiva de la producción o ejecución de los diferentes servicios.