Si se aplican prácticas muy preventivas, los mantenimientos de fondo casi que no serán necesarios dado que las variables de envejecimiento estarán más controladas y la gestión de confiabilidad y vida útil de los transformadores estará perfectamente administrada. Para realizar acciones que sean efectivas en cuanto a los requerimientos de un transformador es importante conocer el nivel de confiabilidad tanto de la operación como de la vida útil remanente del equipo. Lo ideal es llevar a cabo un programa de Gestión de Confiabilidad y de la Vida Útil de los transformadores utilizando técnicas avanzadas y suficientes de diagnóstico de acuerdo a la potencia, importancia y/o criticidad del equipo para conocer la condición del mismo en todos los aspectos que sean necesarios.