Dentro de los aspectos de estudio que involucra la metodología RCM y en los cuales se han alcanzado importantes logros, y que han sido objeto de estudios por más de tres décadas, se encuentran el Monitoreo de Condición, el Estudio de Riesgos, el Análisis de Modos de Falla (uno de los pilares del RCM) y la Orientación de las Estrategias Corporativas a la Confiabilidad. En esta oportunidad profundizaremos en la técnica de Monitoreo de Condición.
En el campo del Monitoreo de Condición se ha desarrollado una amplia gama de técnicas predictivas fundamentadas en el hecho de que la mayoría de las fallas dan algún tipo de aviso de que están por presentarse, y en la conocida in eficiencia de las técnicas clásicas para determinar la condición de un activo. Su principal objetivo radica en identificar si hay fallas potenciales, para que se pueda actuar de forma oportuna para prevenir la falla funcional o evitar las consecuencias de la misma. Una falla potencial se define como un estado determinable que indica que una falla funcional está en proceso de presentarse; y una falla funcional se define como la incapacidad de un activo físico de desempeñar su función específica dentro de su contexto operacional.