En los proyectos personales especialmente al iniciar un nuevo año, se destaca generalmente el deseo de aprender un nuevo idioma, descubrir nuevas habilidades, mejorar las que ya se tienen o ampliar nuestro perfil profesional en un determinado campo; todo esto a nuestro ritmo sin dejar de lado las obligaciones familiares y laborales.
En el contexto educativo, la tecnología nos permite tener libertad al adquirir los conocimientos que realmente nos interesan, en el horario que más se ajuste a nuestra vida diaria; sin embargo, a veces la falta de constancia lleva a abandonar este importante propósito.
Algunas ideas claves para iniciar o mantener la motivación en nuestro proyecto formativo son:
- Hacer una lectura de iniciación: Documentarse sobre lo que queremos aprender es fundamental para dar el primer paso, así es posible familiarizarnos con autores, textos y otros recursos que nos ayudaran durante el proceso.
- Organizar tiempo y lugar de estudio: De forma muy realista y reflexionada, seleccionar un lugar con buen ambiente de aprendizaje, evitando elementos distractores y ruidos fuertes, lo ideal es iniciar con una hora diaria de estudio hasta que se convierta en un hábito, al que siempre llegaremos con tiempo y ganas de aprender.
- Identificar su forma personal de aprendizaje: Para algunas personas es más significativo su aprendizaje si ven video tutoriales, otros al leer artículos o blogs, otros al diseñar mapas conceptuales o mentales y unos más al aprender a través de audios.
- Seleccionar las mejores fuentes de información, no limitarse a una sola y descartar lo trivial: siempre será mejor la calidad que la cantidad y para ello podemos seleccionar por ejemplo buscando en Internet: “cuáles son los mejores libros sobre…” o seguir en YouTube los tutoriales de expertos en la materia o con más seguidores.
- Es indispensable la disciplina: Pero entendida como un rasgo personal y no como una acción penalizadora o sinónimo de castigo; ya que para lograr el éxito se requiere estudiar de forma rigurosa, constante y practicar lo que queremos dominar.
- Medir el avance: plantearse objetivos a corto plazo (ej. Una semana) y evaluarse constantemente son formas de evidenciar que vamos por buen camino, evitan la frustración y mejoran la motivación.
- Aprender de los errores: el error en la educación clásica es caracterizado como un fracaso, pero en la autodidactica es una oportunidad para evidenciar que cada quien aprende a su ritmo y sobre los errores hay reflexión y aprendizaje significativo.
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